Son pequeñas historias que se anudan para formar una historia mayor. Mayor que ellas, pero también mayor que tantas otras a las que prestamos una atención que no merecen. Una trabajadora llega tarde una y otra vez a su puesto de trabajo, donde cada día que pasa el jefe la mira un poco peor. Una universitaria vuelve a llegar tarde a un examen, que tendrá que recuperar penosamente. Una desempleada a la que la entrevista de trabajo le está saliendo medianamente bien encuentra su primer escollo cuando el entrevistador le pregunta dónde vive y cómo acudiría a trabajar y se ve obligada a contarle que vive donde vive, no tiene coche y tomará el tren de cercanías.
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Aquellos que deciden sobre nuestro dia a dia hace tiempo que sólo van en coche oficial, no sufren los retrasos en Móstoles central, en Las Margaritas o en La Serna.
Como bien dice, el tren ha vertebrado Madrid y ha permitido que los que no podemos o no queremos vivir en la gran urbe podamos ir a trabajar dignamente, y digo ha permitido porque el presente de indicativo no puedo aplicarlo al tema. Gracias Lorenzo