"Correcaminos, yo soy el Coyote, y voy con dos
cojones, pisándote los talones…" Ésta no es más que una de tantas
letras compuestas por Robe Iniesta, líder y alma visible y
permanente de Extremoduro, que se autodefine como poeta, que presume
de haberse metido de todo y de seguir metiéndose lo que puede, y que
contra viento y marea, al margen de modas y etiquetas, ha ido
acumulando discos y seguidores de todas las edades y condiciones
para su "rock transgresivo". Hasta tal punto que, pasados ya los 40,
le ha llegado el momento de recapitular y saca ahora un disco
recopilatorio llamado, genio y figura, Grandes éxitos y fracasos.
Con ese pretexto, y por muchos motivos, le pedimos una entrevista,
algo a lo que sabemos que tiene alergia. Sorprendentemente, nos la
concede. Para los que creen que es una especie de bruto hosco,
tendremos que apuntar que acoge amablemente en su cuartel general
vizcaíno a la fotógrafa, que llega antes que el entrevistador, y que
después va con ella a recibir a éste al aeropuerto. El apretón de
manos es cordial, pese a que el avión aterriza con bastante retraso.
Y más que cordial, generoso y aún exquisito, se muestra Robe durante
la entrevista, que hacemos coincidir con el almuerzo en un
restaurante de postín. Allí nos acompaña Iñaki Uoho, su mano derecha
y muchas otras cosas en la última etapa del grupo. Robe tiene buen
color, buen aspecto, y los años apenas si desdibujan su eterna
apostura de muchacho terrible. Pero se muestra sereno, reflexivo,
bastante sensato, y no elude ninguna pregunta. Aunque empezamos
poniéndole a prueba.
L.S.: Cuando preparaba esta entrevista, y pensaba
en qué no podía dejar de preguntarte, por lo que de ti se dice, lo
primero que me ha venido a la cabeza han sido las drogas. ¿Qué te
parece?
Robe: ¿Por qué? Si yo soy una persona que nunca
lo he probao ni nada (sonríe). Bah, me da igual que se
me asocie a las drogas. Todo es como lo uses, si las usas bien te
sentarán bien, y si las usas mal te sentarán mal. Y como yo las uso
bien…
L.S.: ¿Pero no te molesta un poco, arrastrar ese
sambenito?
Robe: Pues sí, quizá sí, pero como vivimos en un
país de gente tan recatada y tan correcta políticamente, cuando
dices cualquier cosa parece que eres la hostia. Y todavía esta
mañana no me he chutao ninguna vez y he llegao hasta
la comida entero (se ríe).
L.S.: Y unido a lo anterior, me viene a la cabeza
esa aversión a la policía que a menudo asoma a vuestras letras. ¿Es
imposible que un policía escuche a Extremoduro y sea enrollao?
Robe: Puede ser, sí, puede ser. Una cosa es un
policía que pueda ir a un concierto y otra es la policía, que algo
que te reprime. Y hay momentos en que a lo mejor te sientes más
reprimido y eso hace que te salgan canciones de ésas.
L.S.: ¿Piensas que podríamos vivir sin policías?
Robe: Sí, quizás, ahora no, a lo mejor algún día
sí. Hay una cosa que es la libertad individual y que tiene que
llegar un poco más lejos de lo que llega. Tiene que haber policía
pero también libertad individual, por ejemplo con las drogas, que yo
no pueda hacer lo que quiera con mi cuerpo no lo entiendo. Y que
tenga que ir por la calle como un puto delincuente porque llevo en
este bolsillo no sé qué y en el otro no sé cuánto. Que no te tengo
que robar la cartera, ya lo sé ¿no? A lo mejor hay gente que
necesita robarte la cartera y tiene que haber una policía para que
haya un orden. Si tenemos que jugar todos tenemos que establecer
unas reglas, pero muchas cosas sobran.
L.S.: ¿Y no crees que ha mejorado la policía en
estos últimos 20 años?
Robe: Sí, ha mejorado, de todas maneras aquí en
Euskadi es de otra forma. No son tan capullos.
L.S.: Como quiénes.
Robe: Como los demás, todos. Aunque yo tengo
amigos guardias. En el pueblo de un amigo en la frontera de Portugal
la mitad eran contrabandistas y la mitad picoletos, y teníamos
amigos entre los contrabandistas y también entre los picoletos.
Había gente maja.
L.S.: Piensa en una chica de 15 años que escucha
a Extremoduro. Mucho más joven que tú y que yo, con una experiencia
diferente de la nuestra, una adolescencia muy diferente. ¿Qué le
dice?
Robe: No lo sé, no lo entiendo, tampoco es una
cosa que me plantee demasiado ni a la hora de componer ni nada. Hace
ya tiempo que nos dimos cuenta de que nuestra edad iba cambiando
respecto a la gente que iba a los conciertos, y siempre nos ha
alegrado, pero nunca hemos hecho nada ni a favor ni en contra. Desde
el primer momento que nos dimos cuenta que la fila de delante eran
jovencitos comparados con nosotros, bueno como que nos dio buen
puntito, buen rollo, ¿no? Pero tampoco lo hemos buscado ni nada.
L.S.: Sois un grupo musical de éxito. ¿Lo habéis
asumido ya? ¿Cuál es vuestro secreto, haciendo rock, y no hip hop ni
rap ni nada de lo que está de moda. ¿Qué dais vosotros?
Robe: Sí, lo hemos asumido. Yo creo que el único
secreto está en hacer canciones buenas, independientemente del
estilo. Cualquier estilo, cualquier cosa, si las canciones son
buenas, mola.
L.S.: ¿Qué necesita una canción para ser buena?
Robe: Pues que tú la oigas y que te diga algo,
simplemente. Por eso tardo tanto en hacer canciones, porque tiene
que ser la canción la que venga a mí, no yo el que vaya a la
canción.
L.S.: Algunos dicen por ahí que sois un poco
vagos. Que hace tiempo que no hacéis cosas nuevas. Ahora sacáis este
disco recopilatorio, os lo van a volver a decir…
Robe: No somos vagos, porque si fuéramos vagos
este disco, que es recopilatorio, lo hubiéramos hecho como todo el
mundo. Hubiéramos cogido las canciones de los otros discos y las
hubiéramos metido y punto. Porque esto nos está dando un trabajo de
cojones, físico y mental. Si fuéramos gandules no lo hubiéramos
hecho. Lo hemos hecho por estar haciendo algo. Yo no puedo hacer
canciones cuando quiero. No es como escribir, escribir puedes
escribir todo lo que tu quieras si estás en un buen puntito y tienes
la cabeza un poco abierta. Hacer canciones, es una cosa más de los
sentimientos. Necesitas que te deje alguna novia o que pase algo
raro o que se te muera el perro. A mí me gustaría poder hacer una
gira cada año y hacer un disco cada año, y tener un montón de
discos. Es muy difícil. Por no ser vagos hemos querido estar metidos
en el estudio y nos ha valido, para dar un repasito, no sólo en lo
que es la grabación sino para la gira. Las canciones las vas
cambiando poco a poco. A veces simplemente para la gira les das
algún retoque, pero ahora las hemos tenido que analizar enteras como
si las hiciéramos desde el principio, lo que nos ha valido para
hacerlas de otra manera.
L.S.: ¿No tenéis miedo de que al rehacerlas las
canciones queden demasiado bonitas, que algún aficionado las
prefiriera más cutres?
Robe: El que las quiera más cutres, pues que se
haga el recopilatorio él. Ya las tiene, ¿no? Hay discos, el primero,
el segundo y así, que me los ponen en un bar y me echan patrás,
suenan unos agudos que hacen daño a la cabeza. Yo me he avergonzado
alguna vez, madre mía, cómo suena esto así de horrible. ¿no?
Iñaki Uoho: Hay gente que se va a quejar siempre,
yo me acuerdo de lo que se ha llamado por ahí la época del caos,
cuando había veces, si tocaba éste y yo iba a tocar con él, que se
cagaban en su puta madre, y le tiraban mecheros, pero ahora hay
gente que dice que le gustaba aquello, que ahora es demasiado seria
la cosa. Que te apuestas a que algunos de esos son los mismos que se
quejaban antes.
Robe: Y con el disco ya lo sabemos. Porque cuando
te explicado las dificultades que teníamos con el disco, ésa era una
de las más pequeñas. La más importante era que nosotros cogiéramos
la canción y dijéramos, no, a mí me gusta más ésta, ésta tiene algo
que está mejor y es así. No ésas con la voz que a lo mejor has
grabado ya siete canciones en un día y las últimas ya, te preguntas:
"¿ Ése soy yo?"
I.U.: De la mayoría de los discos tenemos las
pistas originales. Hemos utilizado muy pocas. Hay canciones en las
que no tiene voz, el tío, porque lo habían tenido cantando toda la
tarde y toda la noche, se grababan 10 canciones así, todo rápido.
Claro, a mucha gente le mola, pero qué haces, ¿lo tenemos cantando
toda la tarde para que salga sin voz?
Robe: Los cuatro primeros discos están fatal. Los
produje yo, con un técnico diciéndole oye, súbeme esto, bájame esto.
Pero para producir hay que saber más cosas que poner un volumen más
alto o un volumen más bajo. Hay que saber cómo las frecuencias
enganchan unas con otras, cómo entra la voz, cómo le hace hueco otra
cosa. En los cuatro primeros discos hay canciones que en el disco no
dicen nada pero que luego en directo no hemos podido dejar de
tocarlas, te das cuenta de que tienen mucha fuerza, y en el disco
esa fuerza no se la veías, estaban como mustias. Del cuarto disco,
muchas.
L.S.: Hablemos de Extremadura. Transmites a veces
una sensación de desarraigo, de negación de las raíces. ¿No hay
ninguna nostalgia, nada que recuerdes y digas "lo echo de menos"?
Robe: Me gusta mucho ver el valle del Jerte.
L.S.: ¿Con cerezos en flor?
Robe: Hombre, con cerezos en flor es muy bonito,
pero sólo dura una semana, y es jodido estar siempre pensando en los
cerezos en flor. Y si vas entonces no puedes ni entrar. Y echo de
menos a la gente, a los colegas, a la familia, un poco el clima, el
solete, la luz… Pero me gusta donde vivo, por eso vivo aquí. Siempre
tocamos en Extremadura, lo que pasa es que hay muy poquita gente,
puedes tocar un par de veces.Si haces un concierto en Cáceres y otro
en Mérida ya se quejan los promotores, y ya te dicen que está
demasiado cerca. Hay poca gente y no sólo poca gente, sino pocos
jóvenes. Quizá por Badajoz haya más gente. Hay pueblos más grandes.
L.S.: Oye, u si un día te llaman y te dicen que
te han dado la medalla de oro de Extremadura, ¿tú que haces?
Robe: Qué voy a hacer.
L.S.: ¿La aceptas? ¿No te ha dado nada aún
Rodríguez Ibarra?
Robe: No me ha dado nada más que disgustos.
L.S.: ¿Por aquello de "cagó Dios, en Cáceres y en
Badajoz" (de la letra de la canción Extrema y dura)? A pesar
de eso yo te la daría, si fuera el Presidente de la Comunidad.
I.U.: Por eso no te dejan ser presidente de la
Junta, porque le darías a éste una medalla…
L.S.: Pero eso se da a la gente que contribuye a
hacer presente una Comunidad, y que aporta algo, y la proyecta hacia
fuera.
Robe: Sí, pero eso nunca lo habían visto, hasta
ahora. Ahora creo que sí, que en una entrevista el Presidente Ibarra
dijo que le gustábamos o algo así. Pero no cuando nos pudo echar un
cable, que era al principio, porque en Extremadura hay mucho por
hacer, no hay un circuito de conciertos ni hay nada, no hay
estudios, si quieres hacer algo lo tienes que promover tú. Entonces
parece que aquello de Extrema y Dura no le gustó. Eso de criticar,
joder, no puede ser. Y huí de allí como pude, porque si hubiera
seguido allí...
L.S.: Supón que te la dan al final. ¿Irías?
Robe: No sé, tío, yo cambio mucho de opinión. A
mi me da el punto y al rato digo que no, yo qué sé. Seguramente no,
porque paso de premios, y paso de medallas y paso de tó. Si fuera un
premio como los que os dan a los escritores, que son un montón de
kilos, pues a lo mejor si iba…
L.S.: No te creas. De esos premios hay tres, lo
que pasa es que todo el mundo se fija en ellos.
Robe: Joder, es que resalta mucho, ¿no? Vaya…
L.S.: Bueno, volviendo a lo que nos ocupa.
¿Puedes contarnos cuál fue tu formación musical?
Robe: Música la aprendí tocando la guitarra de
oído. Luego me he preocupado por aprender pero tampoco me ha hecho
mucha falta. Soy un poco anárquico con las posturas. Ahora, con el
Uoho, pues bueno, cuando hago algo, él le pone nombre y me dice lo
que hago pero realmente me siento igual que cuando no sé cómo se
llama. Pongo los dedos en un sitio y no sé como se llama. Alguna vez
me he puesto ha estudiar solfeo y lo he dejado, no por pereza, sino
porque me parecía un poco sandez y que podía ocupar el tiempo de
otra manera… A veces estudio un poquito, sólo nociones, no sé si me
vale para mucho pero bueno…
I. U.: Es un privilegiado para la música. No
tiene ni idea de música y está inventando acordes todo el día, manda
cojones, que no lo hace Elton John… No tiene conocimientos teóricos
pero lo innato que tiene para la música es muy muy superior a la
media.
Robe: Si pensara que me hace falta, estudiaría,
pero yo creo que las canciones son un rollo más de sentimiento. A
veces me he puesto, pero luego no le he visto una salida. Total me
cojo una grabadora y si se me ocurre algo lo grabo y le digo a Uoho,
mira lo que me he inventado. Si tuviera necesidad no me importaría,
porque la cabeza hay que moverla, y hay que hacer cosas que te
diviertan y que te valgan, pero aprender música, no me ha dado esa
sensación.
L.S.: Oye, y si no es indiscreción, ¿qué estudios
tienes?
Robe: Llegúe hasta tercero de BUP y a mitad lo
dejé.
L.S.: ¿Escogiste Ciencias o Letras?
Robe: Es que entonces estaba como una puta cabra,
no me acuerdo, ya de segundo fui desfasao. Pero creo que era
Letras… Lo dejé a mitad de curso, de repente vi que tenía la cabeza
demasiado llena de cosas que no quería tener y me dije que la tenía
que tener limpia para otras. Mi padre tenía un taller de chapa y fui
allí a trabajar por estar haciendo algo, y como era mi viejo, me
daba facilidades. También es que entonces se vivía de otra manera, y
los profesores, ya se había muerto Franco hacía unos años, pero
seguían igual de gilipollas. Y cuando te haces un poco mayor los
mandas a tomar por culo, te dices, aquí no me entra nada que me
sirva.
L.S.: Tú te defines como poeta. ¿Qué lees
normalmente? Si lees.
Robe: Sí, ahora leo muchas cosas.
L.S.: ¿Y qué te gusta leer, poesía?
Robe: No, antes sí, antes sí leía mucha poesía,
sólo poesía y casi siempre las mismas. Pero ahora no, ahora leo
muchos libros, como no he leído nunca, tengo toda la historia de la
literatura por delante.
L.S.: Dime alguno.
Robe: He leído una cosa que se llama La
flaqueza del bolchevique.
L.S.: Pero ésa no vale.
Robe: Oye, ¿cómo es esa palabra que dice el
protagonista? Que me marcó.
L.S.: Soplapollas.
Robe: Ésa (ríe). No, pero leo de todo. Me
gustan las cosas históricas, por ejemplo. Leo novela, pero también
cosas raras, buscando un poco de todo. Antes de meterme a la cama
siempre leo un rato.
L.S.: Pues puedo contarte que aunque no lo sepas
has hecho algo por el fomento de la lectura. Chavales que no leían,
al ver que Extremoduro forma parte de la historia en una novela que
escribí, Los amores lunáticos, y que su protagonista se
relaciona con la poesía a través de vosotros, se mete en ella.
¿Crees que podéis ayudar en esta guerra para muchos perdida de hacer
que la gente lea?
Robe.: Bueno, puede ser, es que a veces se tiene
una idea de la lectura un poco aburrida, sobre todo los chavales.
Cuando ven un tocho de libro, parece como que no va a haber ahí nada
que te interese, que eso se lo ha inventado un señor, que son cosas
que están en la cabeza de ese tío y que no te van a valer, y a lo
mejor si se meten ven que hay cosas palpables y que les interesan. A
veces es que los libros son pajas mentales y eso, pues no, pero
cuando hablan de cosas que conoces, es totalmente diferente.
L.S.: Hablemos del efecto Extremoduro. Como os va
bien, ya incluso os salen imitadores, gente que os sigue las
huellas. ¿Qué te parece?
Robe: Bueno, a mí me parece bien, me pongo
orgulloso, y me parece normal, supongo que todo el mundo tiene sus
influencias, yo también las he tenido, las tengo, y cuando oyes una
música, al final, cuando algo te gusta, quieres hacer eso. No me
molesta, nada.
I.U.: Depende de la hora, a la mañana le molesta.
L.S.. ¿Podemos hablar un momento de política?
Robe: Bueno, no entiendo demasiado y no voy a
hablar de todo lo que no entiendo porque sea cantante, pero me
interesa, claro, cómo no. Lo malo es que hay que votar por unos tíos
que luego hacen lo que les da la gana durante unos años, y eso es lo
malo, pero claro que me preocupa.
L.S.: ¿Y la guerra? ¿Qué piensas de nuestros
militares en Irak?
Robe: La guerra también me importa. Y los que
estuvieron en Irak, pues bueno, no me puedo poner en su papel, ellos
han querido ir ahí, supongo que si son militares es que les va ese
rollo, imponerse a los demás por la fuerza, ellos sabrán por qué lo
hacen.
L.S.: Hemos hablado de que sois referentes para
otros. Pero, ¿cuáles son los tuyos?
R.I.: Led Zeppelin, Leño, también oía en su
tiempo a Iron Maiden, Black Sabbath, pero a éstos apenas los oigo
ahora.
L.S.: Y de ahora mismo, ¿qué te gusta escuchar?
Robe: Albert Pla, Fito, La Mala, Silvio
Rodríguez…
L.S.: Respecto del éxito dijiste una vez: "Me
miro al espejo y sigo viendo al mismo gilipollas". ¿Lo crees de
veras? ¿Qué quisiste decir?
Robe: Que de repente te hacen mucho caso cuando
antes no te lo hacían. Que ahora quieren saber de qué color meo o
con qué mano me la meneo, y antes pasaban de mí, pero yo soy el
mismo. ¿Qué es lo que me ha pasado a mí, con el éxito? Más bien
deberían pensar los otros qué les ha pasado a ellos, que son los que
han cambiado, yo me miro dentro y me veo igual.
L.S.: ¿Resarce el éxito? ¿Qué sensación te da ser
una estrella del rock, después de haber sido chapista? ¿Y eso, te
aportó algo?
Robe: Lo que veo es que vivo de lo que me gusta,
y me siento bien y digo, joder, qué alivio, poder vivir así. Y ser
chapista sí que me ha servido, me ha servido saber qué es vivir
haciendo lo que no te gusta, para luego poder apreciar mejor lo que
pasa cuando tienes lo que tengo ahora. Es mejor eso que llegar a
tenerlo sin saber apreciarlo.
L.S.: ¿Qué legado te gustaría dejarles a tus
hijos?
Robe: Que aprendan a hacer lo que les salga de
los cojones, que sepan que se puede salir adelante haciendo eso, que
se puede ser libre y se puede vivir haciendo y diciendo lo que uno
quiere, que no hay por qué someterse y resignarse a lo que te toca.
L.S.: "Hoy te la meto de todas todas, hoy te la
meto hasta las orejas". Alguna feminista le acusaría de obseso
sexual y de machista.
Robe: No sé, yo hablo de las cosas como me salen,
canto como hablo, yo soy un hombre, digo las cosas como las pienso,
y pienso "te la meto" y no, yo que sé, "nos unimos". Eso soy incapaz
de decirlo. Si me malinterpretan, ya hace mucho tiempo que me dejó
de importar. Si en alguna canción tengo que decir puta, pues
puede que eso a alguien le moleste porque diga que es machista, pero
era un sentimiento que tenía y lo quería decir, y allí lo dejé
dicho. Si fuera una tía pues en vez de decir puta diría so
cabrón. Hay que mirar cada uno desde el sitio donde está, eso no
quiere decir que seas machista ni feminista. Ser machista es
marginar a la mujer o reducirla a ciertas cosas, y yo creo que la
mujer puede hacer cualquier cosa que se proponga y que le dé la
gana, y bueno, así es.
L.S.: A veces, por ese miedo de no caer mal a
alguien, de no quedar mal en algo, no se es auténtico, ¿no?
Robe: Que una cosa suene de una determinada
manera, no quiere decir nada. Yo te he querido decir eso, me da
igual cómo suene. Tampoco hay que pararse a ver tanto como suenan
las cosas que digo o el trasfondo que pueden tener, no se puede
hablar con tanta pega, hay que decir las cosas como son, hay que
decir hijoputa y me cago en la puta. Bueno, me cago en
la puta no que eso sí (sonríe)…
L.S.: Pasemos a otros asuntos. ¿Con qué disfrutas
en la vida?
Robe: Con mi trabajo. Hay temporadas que el
exceso de querer hacerlo todo bien te hace que disfrutes menos,
cuando van a empezar las giras, por ejemplo, pero disfruto con mi
trabajo.
L.S.: ¿Tanto en directo como en el estudio?
Robe: Hombre, cuando más disfrutas es cuando
haces cosas. En directo, es más difícil disfrutar. Cuando más
disfruto es cuando me salen cosas nuevas, y es lo que menos me
sale...
L.S.: Esto que dices es muy excepcional, la
mayoría de la gente siempre habla del veneno del directo…
Robe: Bueno, el directo mola, pero no disfrutas
tanto. Entre los nervios, las ganas de hacerlo bien, el tal, el
cual… Hay directos que sí disfrutas, ya cuando coge la gira una
marchita, pero es difícil, hasta que empiezas a disfrutar de los
directos tiene que pasar un tiempo. Y luego, pues disfruto también
leyendo, y escribiendo cosas que no son canciones, y aprendiendo
cosas y…
L.S.: ¿Puedo preguntarte qué escribes que no sean
canciones?
Robe: No, que luego me lo copias (ríe).
L.S.: No digo que me digas el texto, sino qué es.
Robe: Un poco de todo. Poesía no, porque poesía
serían canciones. Escribo canciones y cosas que no son canciones,
pues, cosas, raras. Para nada, simplemente lo voy guardando y lo voy
teniendo.
L.S. ¿Tienes enemigos? ¿Hay amigos que tuviste y
has perdido?
Robe: Amigos que tuve y he perdido sí, hay
muchos, la vida da muchas vueltas, pero bueno, enemigos, no sé,
supongo que no tengo.
L.S.: ¿No sientes que alguien en particular es tu
enemigo?
Robe: Pues no, porque no me sirve para nada tener
mal rollo. Enemigos, pues son los hijos de puta, la gente chunga, yo
qué sé. Pero paso de tener enemigos, de quitarle libertad a nadie.
Cada uno que haga lo que quiera, yo voy a mi rollo, y prefiero
pensar en mis amigos. Si tengo que pensar en mis enemigos pues que
sea mientras me estoy peleando con ellos, y luego a olvidarlos.
L.S.: Pues no sé, ahora, recordando, se me ocurre
que hay alguna canción en la que habláis muy mal de los banqueros.
Robe: Eso tampoco quiere decir que sean tus
enemigos, a veces tienes que criticar cosas. También puedes hablar
mal de los cazadores, no quiere decir que todos los cazadores sean
mis enemigos, pero que me da un poco por culo, que esa gente se
tendría que buscar otro divertimento, pues sí. Que tendrían que
instalar en los montes, no sé, videojuegos, para que se dieran la
caminata y luego dispararan en el videojuego. Pero no puedo decir
que todos los cazadores son mis enemigos. Seguro que si me pongo a
hacer una lista, me cae todo el mundo mal. Pero eso no es que sean
mis enemigos.
L.S.: Vuestra música ha pasado de estar en unas
maquetas redimentarias y chapuceras a vender discos a miles y estar
en Carrefour, o sea, un producto de hipermercado. Funcionáis con
discográficas que os cuidan. Rolling Stone quiere entevistaros. ¿Lo
llevas bien? ¿El sistema te ha absorbido y te ha convertido en una
mercancía?
Robe: Yo me siento muy bien por vivir de mi
trabajo, en primer lugar. Y me siento muy bien porque lo he
conseguido haciendo lo que me ha salido de los cojones siempre. Que
estás absorbido, que tienes que hacer concesiones y tal... Bueno,
puede ser, pero es que tampoco hay que ser tan radical. Que alguna
vez he dicho que no quería hacer entrevistas, pues sí. Pero es que
joder, de repente a que no te haga nadie ni puto caso, que todo el
mundo quiera saber con qué sueñas, pues me parece una sandez, ¿no?
Si hay un disco nuevo, una gira nueva, algo que hacer y sobre lo que
hablar, pues está bien hacer una entrevista para que la gente sepa.
Pero de ahí, a que yo le tenga que contar mi vida y con qué mano me
la meneo, pues no.
L.S.: Tranquilo, que no te voy a preguntar nada
de eso.
Robe: No, si me da igual, si yo hago una
entrevista contigo es porque en primer lugar se supone que es una
entrevista sobre temas musicales y tampoco creo que sea hacer
concesiones. Mi trabajo es tocar y cada vez que hago algo nuevo
informar un poco a la gente y tener que pasar por estos malos tragos
que son las entrevistas.
L.S.: No me refería tanto a la entrevista, que ya
sé que no te gusta mucho hacerlas y te lo agradezco. Es que yo
también conozco la sensación de encontrar mis libros en Carrefour.
Parece que uno ya no es nada rompedor, cuando le venden ahí. ¿No
tienes esa sensación?
Robe: No. Me parece que debe ser normal que yo
viva de la música y que estén los discos en todas partes para
comprarlos. Me parecía una cosa fuera de punto que hicieras un
trabajo bueno y que la gente no pudiera comprar lo que tú estabas
haciendo. Que mucha gente te quisiera ver y no pudiera, y que al
mismo tiempo tú estuvieras pasándolas canutas. Eso me parecía más
raro, ¿no? Es más normal que las cosas vayan así. Que hay muchos
grupos que no viven de la música y pocos que viven de ella, ése es
el mal rollo.
L.S.: ¿Tú crees que se puede ser un verdadero
rebelde en este mundo?
Robe: Claro que se puede. Lo que pasa es que de
vez en cuando te jartas un poco de luchar contra todo el
mundo. Meas una vez contra el viento y te meas en los pantalones.
Vuelves a mear contra el viento y al final dices, bueno ya está
bien…. Pero sí que se puede. Si tú haces lo que quieres, lo más
fácil es que seas un rebelde. Porque si tú, antes de hacer algo te
planteas no cómo se debe hacer sino como lo quieres hacer, lo más
difícil es que te salga de la manera que hay que hacerlo. Mira, yo
aprendí a atarme los zapatos de una manera, no me enseñó nadie.
Luego ya de mayor, tenía muchos tacos, me di cuenta que todo el
mundo se los ataba de otra manera. Era muy difícil que hubiera
acertado como todo el mundo lo hacía, porque no me había puesto a
copiarlo. Lo que me salió fue diferente. Y luego dije, coño, como lo
hace todo el mundo parece más fácil.
L.S.: Y la pregunta en este punto es, ¿ahora te
atas los zapatos como todo el mundo o como lo hacías al principio?
Robe: Pues sí, como todo el mundo. He valorado
una manera y otra y ahora me parece mejor ésta, más fácil. Pero mi
idea primera fue como a mí me salía. Por eso es fácil ser un
rebelde, cuando tú haces las cosas como tú lo ves, todo el mundo lo
ve de otra manera.
L.S.: Tienes dos hijos adolescentes, de 14 y 15
años.
Robe: Dos cabrones (bromea).
L.S.: Supongo que sabrás que un montón de
chavales se acuestan a las dos para ver Crónicas Marcianas, y otros
aún más tarde para chatear por Internet. ¿Tú eso como lo ves?
Robe: Yo eso lo veo un poco raro, ¿no? De todas
maneras, intento que los chavales tengan una educación normal y
corriente, sin intentar influirles, ni para una cosa ni para otra.
Que cuando lleguen a una edad que puedan ver las cosas de un modo
propio puedan decir esto está bien, esto está mal. Procuro no
influirles demasiado igual que procuro no decirles en qué tienen que
trabajar, ni qué tienen que hacer. Sólo intento que aprovechen un
poco, que se formen bien y darles una educación normal. Luego,
cuando sean de verdad personas, que elijan bien y lo que quieran.
L.S.: ¿Te preocuparía que un hijo tuyo, no sé,
estuviera enganchado a navegar por Internet y empezara a
suspendértelo todo?
Robe: Pues claro que sí, que me preocuparía… Pero
bueno, lo malo al final es que no cumplan con lo que tienen que
hacer, no Internet. Hay muchas cosas con las que joderla. Antes
cuando no había Internet te ibas a la calle y volvías a las tantas y
eras un gandul igual. Pero quizá esas cosas no son malas, sino las
malas costumbres. En mi caso son chavales que todavía no les puedes
dejar que hagan lo que les salga de los huevos. Ya llegará, ¿no?
L.S.: ¿A ti te preocuparía que tus hijos tomaran
drogas?
Robe: Te digo lo mismo. Ahora que son
adolescentes, pues sí me preocuparía, pero cuando sean mayores,
ellos sabrán lo que hacen. Supongo que si te sale un motero que va
todo el día haciendo el loco con la moto, te acojonarías igual que
si te sale un drogadicto o que si te sale un yo qué sé. Las cosas en
sí no son buenas ni malas, no es malo tener moto ni es malo meterse
droga. Todo depende como lo hagas. Si vas en moto a 200 y si según
sales de la cama, te metes 4 pastillas, pues es malo. El camino
tienen que encontrarlo poco a poco y se tarda mucho, yo tardé mucho.
Y mientras vas encontrando lo que te tienen que dejar es camino
libre. Yo, cuando me puse a currar con mi viejo, encontré camino
libre ahí y la cabeza abierta, y cuando llevaba unos cuantos años
currando de repente asomó lo del grupo. Hay que ir tirando
palante y cuando vas creciendo vas viendo…
L.S.: Te confieso un problema personal. Tengo una
hija de 5 años y cuando vamos en el coche y os pongo, resulta que le
gusta.
Robe: Es que no son músicas para niños. Un día lo
va a entender y va a ser un problema, a ver qué significa meterme
mil rayas… No es apto para niños. Para niños muy pequeños que
todavía no entienden, sí, pero cuando empiezan a entender, no,
tienen que llegar a una edad que uno sea consciente…
I.U.: Hay una laguna de aptitud, de los 10 a los
15…
L.S.: Esto va a romper con vuestra imagen dura.
Estos remilgos…
Robe: No, no son remilgos. Es que no es música
para niños. Tú te puedes meter una raya tranquilamente, pero un
chaval de 12 años, no. Su cuerpo no lo va a aceptar bien, igual que
no se puede poner morao de beber, y tú puedes, pero no todo
el día. Cada edad tiene su punto, yo no me puedo drogar ahora lo
mismo que cuando tenía 20 años. Ni lo mismo que me drogaba a los 30,
no habría llegado a los 35. Cada edad tiene su puntito. Ahora ya que
he pasado de los 40, llevo otro rollo, más suave, procuro hacer lo
que quiero pero…
L.S.: ¿Piensas alguna vez en la gente que os
escucha? ¿Por qué te puede escuchar gente tan variopinta como
adolescentes, o gente que trabaja en un banco, y hasta
intelectuales?
Robe: Lo que te he dicho antes. Yo creo que si
las cosas son buenas, pueden gustar a cualquiera. La música es cosa
de sentimientos. Si los tiene, puede gustarte cualquier estilo. Por
ejemplo, Silvio Rodríguez. A mí me gusta la música fuerte, pero me
lo pongo cuando estoy con la resaca, y me suena de puta madre.
L.S.: ¿Qué diferencia hay entre la quinceañera
que os escucha a vosotros y la del pupitre de al lado que escucha a
Bisbal?
Robe: Siempre hay gente que busca lo fácil y
gente que busca lo difícil. Igual que hay gente a la que le gusta el
fútbol y son de un equipo que siempre gana y otros que son de un
equipo que pierde muchas veces, y así les gusta más cuando gana.
Siempre hay lo convencional y lo que no es convencional, la gente
que se deja comer el coco por todo lo que te meten y gente que busca
un poco más aparte de eso, de lo que sale por la tele. Tengo la
impresión de que hoy día manejan a todo el mundo por la tele. Yo
procuro verla lo menos posible, porque me parece un cometarro
gordo. Y a los chavales me parece que les comen el coco mucho. Yo
creo que la diferencia es que lo de Extremoduro no esta sonando por
la tele ni es fácil de oír, no es como Bisbal que baila, canta, es
guapo, sale todo el día ahí.
L.S.: Te defines como poeta. Más que músico. ¿Qué
es para ti la poesía? ¿Para qué sirve? ¿Vale más vuestra letra que
vuestra música?
Robe: Bueno, yo me reivindico más como poeta
porque lo que más quiero ser es poeta. Hacer una música, bueno, sí,
está bien, pero hacer una letra para mí es mucho más difícil, es
donde está una canción. Si yo te llamo hijoputa, te lo puedo decir
riéndome, en serio, eso es la música. Lo que te estoy llamando es
hijoputa. Si algo tiene que ser más importante, para mí siempre ha
sido la letra. Puedo tener muchas músicas por ahí pero que no son
canciones hasta que no tengo una letra. Cuando tengo una letra estoy
más cerca de tener una canción.
L.S.: Pues, hablando de palabras: en tus
canciones aparecen mucho ciertas palabras, como rincones, escaleras,
flores…
Robe: Sí, y me he dado cuenta de alguna otra, la
luna, el sol. Y más esquinas que rincones, no son lo mismo, el
rincón es más acogedor y la esquina es más borde, ¿no?
L.S.: Y flores, muchas flores.
Robe: Sí, a lo mejor. Yo, como soy casi de campo.
L.S.: ¿No es un contraste, Extremoduro y tanta
flor?
Robe: Bueno, los contrastes están bien, y las
durezas y las delicadezas juntas. Y esas palabras son a lo mejor
lugares comunes, pero todas tienen un sentido.
L.S.: Oye, ¿tú te consideras un buen tipo?
Robe (riéndose): Yo sí, tío. Descarao.
L.S.: ¿Qué es un buen tipo, para ti?
Robe: Una persona enrollá. Una persona maja. Un
tío que, haciendo lo que le sale de los cojones, pues hace cosas
guapas y no da por culo a nadie. Pero eso haciendo lo que le sale de
los cojones, porque si tú, lo que en realidad quisieras fuera dar
por culo a alguien, pero no lo haces para ser un buen tipo, pues
tampoco es que lo seas.
L.S.: Y si te digo que a veces me pareces
sentimental. ¿Te enfadas?
Robe: No. Se puede ser duro y ser sensible. Se
puede ser el más duro del mundo y el más frágil. Ahí está la
historia. No me importa que me digan sentimental, lo que no estoy
convencido es de que lo sea.
L.S.: Pues algunas de tus canciones lo parecen.
Robe: Todos tenemos que tener una sensibilidad,
si no, sería muy difícil hacer canciones. Para crear cualquier cosa
hay que tener sensibilidad, para hacer un cuadro, para escribir
algo. No puedes mirar una pintura como las vacas al tren. Tienes que
tener algo que te diga lo que es bonito y lo que no, lo que cuadra y
lo que no cuadra.
L.S.: Y si un día resulta que vuestras canciones
no escandalizan a nadie...
Robe: Eso no será posible.
L.S.: ¿Y si pasara? Les ha pasado a muchos antes,
que dejaron de escandalizar, pasado un tiempo.
Robe: Yo creo que en el mundo en el que vivimos
cada vez es más fácil escandalizar. Que con cualquier cosita que
intentes decir y sacar fuera, se escandalice todo Dios. A mí me pasa
eso cada vez más. No que se escandalicen cada vez menos. Tal como va
pensando la gente, la forma de pensamiento general, que podríamos
establecerlo en la televisión, cada vez veo más fácil que la gente
se pueda escandalizar de lo que yo diga o de cómo yo quiero decir
las cosas.
L.S.: Hablemos del problema de la piratería. Los
manteros y las descargas de Internet. No te he visto declaraciones
muy claras al respecto, pero más o menos deduje que no eres
partidario…
L.S.: Los artistas no tenemos que estar todo el
día quejándonos, porque la piratería tiene sus cosas buenas y sus
cosas malas. Las cosas buenas, que hay mucha gente que no compra
música, y que al ser más barata la compra. Y otra de las cosas
buenas, que hay gente que está por ahí y que de alguna cosa tiene
que vivir. Y bueno, que ahora nos toca a los músicos y tenemos que
aguantar un poco, ¿no? Nos tenemos que joder. Lo que pasa es que no
deja de ser un problema, para las discográficas, para toda la gente
que vive de la música, para los estudios, para los técnicos, y eso
al final es un problema para los grupos. Al final cada vez hay menos
grupos, menos diversidad. Supongo que se tendrá que arreglar de
alguna manera pero no podemos estar todo el día pidiendo acciones
policiales. De momento los negritos están viviendo de ello, y por
otro lado es una pena, no están vendiendo droga en la calle, como
quisiéramos todos (se ríe).
L.S.: Ya, eso ya te lo había oído declarar.
Robe: Eso no lo entendió nadie cuando lo dije. Lo
que quise decir es que en el mundo de la música hay mucha más maldad
que en el de la droga, y que les vendría mucho mejor seguir con la
droga. Pero es un poco chungo. Supongo que algún día se tendrá que
arreglar.
L.S.: ¿Alguna idea?
I.U.: Yo no creo que sea un problema que la gente
se baje cosas. Eso lo hemos hecho toda la vida, con las cintas. Es
normal. Lo que no es tan normal es que de un grupo como Fito y los
Fitipaldis vendan 100.000 discos los piratas. Habría que separar lo
que la gente se baja y el que produce 600 discos a la hora de
alguien.
Robe: Yo creo que en el futuro los soportes de
los discos cambiarán. Tú simplemente estarás en tu casa y lo mismo
que ahora tienes el Canal Satélite te bajarás la música. Te valdrá
lo que sea oír una canción y tendrás ahí todas las canciones, no
tendrás que ir a comprarlas. Eso sí, no habrá tiendas de música. Lo
tendrán que hacer así, un sistema que te sea fácil, que tengas todas
las canciones, que te sea barato. Porque no sólo son las canciones,
también las películas.
I.U.: Por otra parte, el problema es que se
piratea a los grupos grandes, a los que venden mucho, pero a los que
perjudica es a los pequeños, con lo que se acaba es con la variedad.
La compañía de discos tiene menos ingresos, y quiere bacalao para
comer. Lo primero que se quita es a todos los grupos de quice o
veinte mil copias, que son la base de la pirámide. Se piratea a los
grandes y se jode a los pequeños.
Robe: Ésa es la realidad.
I.U.: Sí, nosotros somos un grupo mediano, pero,
tiene cojones, son los pequeños, lo que viene, lo que las compañías
se quitan de en medio, porque ganan menos.
Robe: Ahora es más difícil, hay un escalón más.
Si antes ya era difícil que una compañía te cogiera, pues ahora más
aún, las compañías tienen menos dinero, cogen menos grupos, van
sobre seguro.
L.S.: Desde luego, parece que sólo con policías
no se arregla. No se puede criminalizar a la población. Hace falta
imaginación.
Iñaki: Al final tenemos lo que nos merecemos.
Todos somos ruines, cabrones, y si algo nos interesa o nos beneficia
nos aprovechamos de ello. Si tengo un disco más barato me lo compro
y me beneficio y acabo con la música dentro de unos años.
L.S.: Bueno, tenemos un disco nuevo encima de la
mesa. ¿Qué le va a aportar al aficionado de Extremoduro que no
tuviera antes?
Robe: Buscamos que la gente encuentre las mismas
canciones, con mejor sonido. Pero no queremos que sean versiones,
queremos que sean las mismas canciones. Hacer un recopilatorio es
fácil, si no te lo hace la compañía te lo hacen los piratas y si no
uno mismo en casa se lo hace. A un recopilatorio con las mismas
canciones en las versiones de los discos la gente no le habría visto
punto, le habría parecido jeta por parte de la compañía. Hemos
mejorado las canciones. Si tú grabas un disco y lo mezclas en una
semana, la gente no entiende realmente qué es eso, es algo que no se
puede hacer, contra natura, es todo tan rápido que no sabes cuál va
a ser el resultado final. Una canción no es de verdad la canción que
tú querías hacer, cuando la has hecho tan rápido y con tan pocos
medios. Las canciones, dándoles vueltas a lo largo de los años,
cogen un puntito, y al grabarlas ahora, después de haberlas tocado
tanto en directo, se ve.
L.S.: ¿Y para cuando algo nuevo?
Robe: Eso no se sabe. Yo en mi corazón no mando,
como dice Manué... Deseos y planes tengo, claro. Hay cosas, pero
nunca sabes cuando de una cosa te va a salir una canción. Cuando se
empezó a echar el tiempo encima para este disco yo estaba trabajando
sobre cosas, pero bueno dijimos, a ver, qué hacemos con el
recopilatorio, lo dejamos estancado otra vez e intentamos que haya
otro disco o lo acabamos de una puta vez. Y entonces dijimos, vamos
a acabarlo, y lo hemos conseguido, aunque hemos hecho media parte
nada más, la otra media parte vendrá después de la gira. Durante la
gira voy a intentar componer, voy a intentar escribir, voy a irme
con el ordenador y la guitarra. Pero es que eso no se puede saber.
Una canción, o te gusta o no te gusta. Está bien o está mal. Supongo
que algo nuevo vendrá pero no sé cuando. Un año, dos. No sé. Lo que
está claro es que después de la segunda parte del recopilatorio, no
va a haber ni más recopilatorios, ni más directos ni más tío
páseme usté el río. Lo próximo, o será un disco nuevo, o no será
nada.
La promesa suena contundente. Aquí acabamos la
entrevista y nos ponemos en marcha hacia Mujika, donde Iñaki Uoho
tiene el estudio en el que ensaya y graba Extremoduro. Por la
estrecha carretera, cuyas curvas afeita inmisericorde Uoho en su
potente BMW, sigue la conversación, aún más distendida. Luego Robe
se somete a la sesión de fotos con una mansedumbre que llega a
conmover. Y como fin de fiesta, antes de volver a Madrid, nos
metemos a oírles tocar con toda la banda. Están trabajando duro,
ajustando las canciones para la gira. Sólo escuchamos el principio
de lo que promete ser una larga sesión. Mientras suena De acero,
interpretada por un Robe que lleva un auricular para analizar
meticulosamente los resultados, piensa ahora el espectador, y
entrevistador hasta hace un rato, que es posible que los coyotes
encuentren cierta paz en la madurez. Y que después de todo, y pese a
quien pese, eso no es mala cosa.
TEST
Una película. El padrino.
Un libro. Ensayo sobre la ceguera, de José
Saramago.
Un disco. Cualquiera de Albert Pla en
catalán, o en español.
Un lugar. Aquí, Lezama, Bizkaia, donde vivo.
Un personaje histórico. El Empecinado.
Un personaje literario. Sherlock Holmes.
Un personaje de dibujos animados. La Pantera
Rosa.
Una mujer. La mía.
Una droga. Todas.
Una palabra. Amor.
Un epitafio. Ninguno, eso no me interesa.