Coinciden hoy en las librerías los dos libros que veis en la foto. Cada libro que uno logra publicar, cada libro que prolonga su vida en otros formatos, es una inmensa alegría. Así que hoy la alegría es doble.
Del primero, La Innombrable, además de remitiros a lo que cuenta su editor, diré que es la tercera entrega de la serie de la inspectora de Homicidios madrileña Manuela Mauri, con la que Noemí Trujillo y yo hemos escrito ya otras dos novelas, Si esto es una mujer y La forja de una rebelde, y en origen escribí en solitario el relato Carabanchel blues, incluido en la antología Madrid negro, publicada por Siruela.
Hemos puesto en esta entrega toda la ilusión y todas nuestras energías para consolidar el personaje y la serie, a partir de un caso que sacude a la investigadora y a su equipo, y que por desgracia no es fruto de nuestra fantasía. Aunque se trata de una ficción, nos hemos inspirado —siempre libremente y sin que la novela deba leerse como trasunto de la vida de nadie— en casos reales.
Vosotros, lectores, nos diréis si hemos logrado nuestro objetivo. Esto funciona así, y no deja de ser una bella apuesta la de entregar a otros lo tuyo para que hagan de tu obra lo que al final haya de ser.
Como alguno habrá intuido, el título es un homenaje al del libro que veis en la foto más abajo. También a su autor, Samuel Beckett. A ambos hay en la novela referencias que descubrirá quien la lea. La edición de la foto es la original en francés de Les Éditions de Minuit. No puedo dejar de decirlo: qué hermosa es la edición francesa, en su elegante simplicidad. Un día me gustaría sacar aquí un libro así.
La otra noticia tiene que ver con Púa, que gracias a Booket llega a su edición de bolsillo y por tanto será más accesible y espero que pueda llegar a más lectores. No son pocos y han sido generosos los que ya ha tenido, pero soy consciente de la segunda oportunidad que esto representa.
Hay más noticias felices en relación a este libro, como su próxima traducción al chino, ya contratada, y un acuerdo que acabo de cerrar en estos días y que es confidencial y por eso no diré nada de momento. Ya se verá en qué para, pero las perspectivas no dejan de ser estimulantes.
No olvido que la vida que tienen estas historias y sus personajes inventados os la debo a vosotros. En mi nombre y, en la parte que le toca, también en el de Noemí, gracias.
